jueves, 25 de noviembre de 2010

A mi amigo


"Un amigo fiel es un alma en dos cuerpos"

Aristóteles



Tal vez en algún momento nuestra amistad toque fondo, como la piedra que se sumerge en la profundidad marina, venciendo la presión amorosa del agua hasta llegar a conectar con la arena.

Imagino que, cuando lo haga, el vínculo que existió terminará. Imagino que pasará a ser para ti una más de las relaciones de tu vida, a la que muy ocasionalmente dedicarás un recuerdo, posiblemente indiferente. Imagino que para mi será un nuevo motivo de nostalgia, hasta que el Universo, inmutable a ambos sentimientos, como el mar, se los trague en un bostezo eterno.

Tal vez al intentar formar parte de ese bostezo universal quede como una más de sus manifestaciones, la unión temporal y espacial entre dos seres humanos que tuvo su nacimiento, su seguimiento y su final. Y ese término no coincidió con la desaparición física de uno de ellos o de los dos... tal vez...

En cualquier caso, estas líneas son un cierto homenaje a lo que entre ambos se produjo, al amigo que se va -o tal me parece- y que como la canción "cuando uin amigo se va algo se muere en el alma...", alma ésta que es mi emoción, mi sentimiento, mi recuerdo de experiencias pasadas juntos y en compañía de otros de la que, por cierto, vino nuestra amistad de la mano.

En mi vida, me he dado cuenta de que no solamente hace falta querer, sino manifestarlo. Bien dice el refranero que "hechos son amores y no buenas razones". Por ello, a veces me autoinculpo de no haber sabido quererte suficientemente o no haber sabido mantener regada la sagrada planta de la amistad. Otras, me doy cuenta de que no se puede precipitar algo, ni mantenerlo cuando ya no hay más leña que quemar.

Pero terminaré esta confesión, mi amigo, diciendote que te he tenido un enorme aprecio y al dia de hoy mi recuerdo de ti es ocasionalmente mezclado con lágrimas y aún con rabia. Rabia de la buena, de la energética, no de la mala, de la envidiosa. Rabia de no haber sabido hacer más por atraerte a mi campo o no haber sabido incluirme en el tuyo.

Al dia de hoy, solamente veo la piedra de nuestra amistad caminar lentamente al fondo del agua.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Religiones: Zaratustra sigue en pie


Y Zaratustra sigue en pie...



Suelo pensar en religión, como es natural, asociando el término al cristianismo en que fui educado, la corriente poderosa que ha dominado el panorama espiritual, cultural y social en Europa en los dos últimos milenios y desde ella se ha extendido por muchos otros lugares, particularmente en América.


No siento simpatía por esa educación a la que me sometieron. Afortunadamente, la dogmatización de la que fui objeto durante la infancia ha cedido su lugar a favor de un laicismo atento producto de alguna decisión personal y los viajes y el estudio de las civilizaciones y de las religiones comparadas me han alejado más aún de sus pretensiones absolutistas y de trascendencia, al tiempo que he buscado otras vías de entendimiento de la vida, en su dureza y en su ternura.


Es bien antigua la pretensión de los reyes de encarnar también el poder divino (los reyes-sacerdotes). Después aparece el reparto del poder religioso y político para beneficio de ambos. En el caso del cristianismo, su llegada con el sesgo paulista a Roma y la alianza que, desde Constantino, el poder político ha realizado con la jerarquía religiosa, para beneficio de ambos, ha producido resultados terribles para la población en general. No ha sido el cristianismo jerárquico una corriente particularmente inclinada al amor, del que tanto presume invocando a su fundador; lo que no descarta que haya cristianos personas admirables, como los hay en el seno de todas las religiones y también del mundo ateo o agnóstico. Ser creyente o no creyente, y por tanto cristiano, no garantiza la bondad. Basta recordar en nuestro país los horrores de la Inquisición, en la que los ministros de la Iglesia "entregaban al poder civil" para su tortura a todo el que no comulgara con sus ruedas de molino; y qué no decir de la presión de la Iglesia española sobre los líderes políticos para expulsar o asesinar a judíos, moriscos, brujas o herejes de cualquier tipo...No solamente en este país, desde luego ¡Qué espanto produce leer la represión de los albigenses en Francia, las matanzas de St Barthelemy, las guerras de religión en Centroeuropa, las represiones en el Imperio bizantino, la confluencia de eclesiásticos y de conquistadores para acabar con las religiones y civilizaciones locales en América toda ella!


La Iglesia católica es heredera de tanta locura y fanatismo que podría pedir perdón por lo hecho y no hecho, por lo dicho y no dicho, durante lo que le quede de existencia, aunque tendría ya que ejecutarlo por todo lo que hace y calla en la actualidad. Y qué no decir de las venganzas por sus mártires durante la guerra civil en España, en alianza con la dictadura y las clases privilegiadas... Bien es cierto que hay personas que se libran de tanto mal hacer. Gente de bien que, guiada por su buena naturaleza, ayudó a que la represión física, ideológica y emocional sobre la población fuera menor.


Como institución, el cristianismo y su poder máximo, el "sumo pontífice" (Pontifex Maximus es un título heredado de los emperadores romanos), tienen una historia negra de dominación y ultramontanismo. Todavía hoy sus gerifaltes siguen empeñados en anular el papel de la mujer y su igualdad con los hombres, con ayuda no solamente de ellos sino de muchas de ellas, convencidas siervas de sus amos, en reprimir los derechos de las minorías, como los homosexuales, impedir el progreso de la ciencia, condenando el preservativo o el control de la natalidad en un planeta exhausto por el fenómeno de la sobrepoblación... Ver al papa de Roma habitar en un suntuoso palacio residuo de tiempos pasados, vestido con sus ropajes, tiaras, e inciensos y llevado en papamóviles ante la cara de circunstancia de sus acólitos y la de adoración de sus seguidores produce estupefacción cuando no angustia, en pleno siglo XXI de nuestra era...


Todavía recuerdo la frase del actual papa de “¡donde estabas dios mío!” pronunciada en un campo de concentración donde perecieron miles y miles de judíos y otros grupos minoritarios...cuando lo que bien podría preguntarse es ¿donde estaba el papa de la época y sus jerarcas para protestar por ello? Dios, se suele decir irónicamente, delega la caridad en los hombres...Así que, cuando la barbarie, la injusticia y el sufrimiento aparecen, dios está en donde está y los hombres también y cada uno asume su responsabilidad, por duro que resulte.


No pretendo hablar de temas de fe, de creencias, en las que cada quien es responsable de las suyas y de sí mismo y de aquello en lo que se sostiene. Si dios –como decía Einstein- “juega o no a los dados”, es una pregunta y un asunto personal y a estas alturas de nuestra civilización, no creo que haya que dejar un asunto tan serio en manos de esos señores (también las señoras tiene su influencia). Mi comentario es acerca de la bondad o no de esas corrientes religiosas, y en especial del cristianismo, que nos acompañan. Y que incluso pretenden –según algunos- querer ser o estar en la raíz de nuestra Constitución y cultura ¡si, cultura! Europea y aviesamente pretender estar también por encima de otras.


Y queda el tema de la cultura o civilización cristianas, el arte, las maravillas que muchos creadores nos han legado a su supuesto amparo... Es verdad que durante mucho tiempo se nos ha hecho creer que nada hubiera subsistido en Europa sin los monasterios que recogieron y preservaron los restos de la sabiduría a la caída de Roma, durante la época obscura, el milenio de la Edad Media. Y puede que haya una buena parte de cierto... pero ¡A qué precio! Nada se podía hacer si no era bendecido por los curas, obispos y demás... toda diferencia era aplastada cuando no quemada en la hoguera... obispos aliados de reyes y de príncipes mientras el clero solía cubrir con un manto de ignorancia a las masas de campesinos, con la recompensa futura de una vida mejor, tras la pobre existencia terrestre. Todavía en el siglo XVII se condenó por Tratado político a los pueblos europeos a tener la religión de sus señores (cuius regio eius religio). Evidentemente, y asociado con el cristanismo, nos queda la pintura de Giotto, el genio de Aquino, la música de Bach, la catedral de Chartres… aquellos artistas o pensadores debían conformarse con tamizar su genio e imaginación y reducir su inventiva a los valores cristianos de la época y pasar por la tolerancia, más o menos benevolente, de sus obispos. Cualquier desvío se pagaba caro…y no solamente en el infierno del mundo por venir, sino en la tortura de los calabozos de éste. Todavía, hoy por hoy, en este siglo XXI, escuchamos a los jerarcas cristianos afirmar cosas y amenazar con castigos a los disidentes, que parecen sacados de otras épocas, apoyados por los elementos más reaccionarios de nuestras sociedades.


Sí. Europa ha estado sometida a la cultura cristiana mucho tiempo de sus historia reciente. Es un hecho, pero no necesariamente benéfico. Pero también lo es la notabilísima influencia de la cultura griega, la helenística, la romana, la árabe... Algunos de cuyos valores han sido simplemente saqueados por los que las sucedieron.


Y cuando afirmo esto a veces se aduce que no han sido o son mejores los musulmanes o los judíos u otras religiones planetarias. No lo dudo. Ciertamente las religiones llamadas del "libro", o monoteístas, están entre las que más daño y sangre han causado y siguen causando en el mundo. La Biblia narra la durísima y cruenta conquista de la “tierra prometida” a cargo de un pueblo, arropado por su dios. La musulmana ha sido confundida con la guerra “santa” para imponer su fe, guerra que bien pudiera estar circunscrita a la lucha interior de cada persona para buscar y lograr su propia paz y serenidad en armonía con el Ser…


Pero eso no es razón para proteger a una frente a las otras. A pretender que, en vista de que todas son crueles, es razón para absolverlas y permitir sus desmanes y en seguir luchando por un Estado aconfesional auténtico. Está claro que cada quien tiene derecho a pensar lo que le venga en gana y a creer lo que prefiera, mientras respete el derecho ajeno, que es la paz, como dijo Benito Juárez. Desgraciadamente, las religiones se han armado como y con ejércitos y han bendecido a sus huestes para salir a conquistar a nuevos creyentes o nuevas tierras prometidas. Aún hoy, algunos Estados invocan las escrituras supuestamente sagradas o a dogmas de fe para perseguir a quienes no piensan como ellos o para favorecer a algunos en detrimento de otros, ignorando el principio esencial de la igualdad de todas las personas ante la ley, si es que no ante su dios.


En un país como el nuestro hay quien se indigna con que el Presidente actual no vaya a la misa del papa peregrino, ignorando una vez más que estamos en Estado supuestamente aconfesional. Pero bien sabemos que ese Estado sigue favoreciendo a unos en perjuicio de otros, aduciendo derechos históricos o mayorías dudosas. Y vemos a nuestro Jefe del Estado o a su heredero inclinarse o aún arrodillarse ante un personaje que no duda en criticar nuestro sistema constitucional o pone todas las trabas posibles para que determinadas leyes no se cumplan. O vemos a ministros "aconfesionales" y laicos de gobiernos socialistas jurar su cargo ante un crucifijo. O al Presidente del máximo Tribunal de Justicia (civil) pedir una misa a un cardenal con motivo de su nombramiento...confundiendo una vez más sus creencias –sin duda respetables- con el funcionamiento de una Alta Magistratura.


En casi todas partes parece ser igual: recientemente, incluso en un país “comunista” como Cuba, el actual Presidente inauguraba un seminario católico sin que, al parecer, a su revolucionario hermano se le pusieran de punta sus barbas…


Sí. Nos falta mucho para llegar a la a-confesionalidad institucional.


Qué decir de otros países, como el más poderoso del mundo, en donde los valores religiosos ultraconservadores van en aumento, en lugar de ceder peso a la libertad. En su moneda lo advierte claro "confiamos en dios" (“in god we trust”), en tanto los gobiernos hacen con ello lo que les viene en gana, atribuyendo al supuesto Ser Supremo acciones de más que dudoso gusto y desde luego de cuestionable ética.


Ciertamente cada una de las religiones "oficiales" ha tenido y aún tiene en la sombra a personas cuya actitud contradice afortunadamente el imperialismo oficialista. No voy a entrar ahora en analizar a la "iglesia y la teología de la liberación", a los maestros sufíes, a los cabalistas...Muchos de ellos tan lejanos del oficialismo que parece que pertenecieran a cultos diferentes.


Otras religiones han sido menos agresivas o agresoras, pero no por ello libres de violencia. Comprobemos las guerras de los pueblos indígenas americanos antes de la conquista y sus crueles sacrificios humanos que aterrorizaban a sus pueblos. Guerras interminables entre hindúes y musulmanes dejan en mal lugar a una creencia aparentemente lejana de la violencia, que es lo primero que condena y aconseja alejarse (“ahimsa paramos dharma”. Posiblemente, el haberse mantenido fuera del imperialismo, en el sentido de no pretender convencer a nadie a la fe hindú, les haya apartado de tanto fanatismo, al que en ocasiones son dados en la actualidad muchos de sus seguidores occidentales. Con todo, su sistema de castas ha perpetuado los privilegios de unos frente a otros, ofreciéndoles premios en vidas posteriores a cambio de no protestar y buscar la felicidad en ésta.


También el budismo –que parece más una filosofía de vida que una religión teista, aunque esté sometido con frecuencia a potentes y ancestrales rituales- parece más lejano de la intimidación religiosa. Lo que no ha impedido a muchos de sus seguidores en Indochina luchar unos contra otros con ferocidad, disputándose territorios o estatuas de budas verdes con el precio de miles de muertos. La religión de la compasión es más una forma de vida, que durante siglos ha privilegiado en muchos países a hombres frente a mujeres y a monjes frente a campesinos (véase el Tíbet antes de la invasión china, sin que se tome esto como una disculpa por lo ocurrido). En cualquier caso, parece estar a favor del budismo en general el haberse alejado del lujo y algo más que otras de la confluencia con el poder civil, (si no de las tentaciones) y, en ocasiones, como en la Birmania actual, el ponerse claramente a favor de los desfavorecidos y en contra de la dictadura militar, a costa de sufrir una brutal represión.


El acomodo entre reyes o supremas autoridades “civiles” con la jerarquía religiosa ha causado mucho daño a la humanidad en general. Si bien es cierto que en ocasiones ha puesto límites a la barbarie, ha disminuido o detenido el avance de la ciencia y de la civilización en general por medio de la represión y de la alianza con las capas más tradicionales y conservadoras de la sociedad.


Hago votos para que las personas recapaciten sobre su libertad y para que los individuos y los pueblos acaben dotándose de marcos jurídicos que les protejan de ambos –poder absoluto civil y religioso- y sobre todo de su grotesca y abrumadora alianza.


No es una tarea fácil. La búsqueda de la libertad personal, la libertad de conciencia es un camino arduo y requiere soltarse de las ataduras. Muchas personas todavía piensan como lo que se atribuye al pueblo servil a Fernando VII: “Vivan las cadenas”, pues el fantasma patriarcal, el jerarca bondadoso y protector que nos bendice y nos somete sigue en lo más profundo de nuestra psique. Que se llame rey, Presidente, Papa o más idealmente Padre, Madre o Gran Hermano es lo de menos.


Romper las cadenas requiere tesón, sacrificio y vigilancia para mantener la libertad una vez alcanzada. Esta última, al igual que un bosque, es lenta en conseguirse pero rápidamente dilapidable.


La democracia puede ser el menor de los males a condición de que sea renovable y no se limite a depositar un papel cada cuatro años para que alguien cambie sin que cambie nada.


Ojos abiertos, mirada atenta, espíritu libre: el camino está delante y la experiencia atrás.


martes, 9 de noviembre de 2010

tiempo de otoño


Ya ha llegado, y las calles del parque son un lecho de hojas amarillas.
Viento de otoño, precursor del frío. Los árboles nos enseñan, soltando lo innecesario y quedando con lo imprescindible.
El calor del verano es un recuerdo y preciso hacer un esfuerzo para permanecer en el presente frío y lluvioso. Nada permanece, mientras las cosas evolucionan y mi ser con ellas.
Tiempo de silencio y de recogimiento, en este día en el que las campanas rompieron con su tañer la ventisca que barría la terraza.
El aire que sopla recuerda el hilo de la vida , empujado constantemente mientras me hago la ilusión de permanecer.
Tiempo de otoño, para meditar y detener el desasosiego...

martes, 2 de noviembre de 2010


La viña suelta sus hojas rojas

el jardinero barre el suelo

el sol ilumina el jardin entero

sábado, 11 de septiembre de 2010

luna de septiembre

Luna de septiembre
final del verano
luces tímida en el horizonte
mientras el sol te tiñe de plata

viernes, 10 de septiembre de 2010

La libertad


Desde que nacemos nuestro organismo va desenvolviéndose a través de las fuerzas innatas de su ser. De ese conjunto que es la realización, la conjunción en uno solo de dos entes vivos, el óvulo y el espermatozoide, portadores de dimensiones posibles para el individuo. La genética, esa formidable ciencia desarrollada principalmente en el siglo XX, nos ayuda a conocer las potencialidades de la persona, no solamente en su dimensión física, sino psíquica y emocional. En buena parte somos aquello que podremos desarrollar.
De esta manera, no podemos llegar a ser nada que no esté contenido en nuestro potencial, pero podemos dejar de ser mucho de aquello que nuestro potencial nos permitiría. Por ello, el segundo factor importante es el ambiental, el lugar y el círculo familiar y social en donde nos vamos a formar, en donde el carácter se erigirá, tal vez como dueño casi absoluto de la persona o puede que, como arcilla maleable, en la que la personalidad se irá erigiendo y formando un individuo con rasgos más elegidos.
Siempre me impresiona esta triple fórmula: genes, carácter y personalidad.
Solemos poner mucho énfasis en uno de los aspectos pero es la asombrosa mixtura de los tres lo que produce el ser humano. El aspecto más "libre" se encontraría en la personalidad, ese territorio en donde, a través de la consciencia, los dominios del yo, cada quien encuentra fórmulas para ir dominando el fatum de los genes y del carácter y se va labrando un territorio personal, una forma de ser consciente y en cierto modo más libre, puesto que es en la elección en la que se apoya firmemente la puesta en marcha de la liberta de acción.
Una libertad que consiste esencialmente en elegir aquello que es más adecuado para el yo, para el desarrollo del ser, y en el cual está poderosamente enraizado el otro, no solamente el individuo otro sino lo otro, el mundo, lo exterior.

Puesto que ¿de qué serviríoa una libertad que nos lleve a la destrucción, personal o del otro o de lo otro? Sería una libertad puramente teórica. La auténtica libertad llega cuando lo único que podemos es elegir es lo más adecuado para uno y el mundo y en ese momento la libertad ya no tiene más importancia que la de ser una idea.
El hecho de vivir es un camino para alcanzar la consciencia de la accion adecuada, por la que nuestro compromiso con nosotros mismo y con la vida nos lleva a encontrar lo mejor, que no siempre es lo más placentero, pero sí lo más conveniente para nuestro desarrollo. Este será el dominio de la ética personal.
Para mi la libertad verdadera es sinónimo de la acción noble, la que no se traiciona a sí misma, la qeu una vez realizada nos hace alcanzar la serenidad.

martes, 27 de julio de 2010

el pasado



"El pasado me ha revelado la estructura del futuro"


Teilhard de Chardin




La sensación del tiempo que pasa, de la mirada que se posa en la experiencia que transcurre, de las imágenes que quedan gravadas en la memoria y que permanecen a disposición cuando uno lo desea, el intento de la mente de agarrar la vivencia mediante el arte, la pintura, la fotografía, la literatura...Nuevas técnicas, mismas sensaciones de ver pasar. De ver pasar el río, ya sea con la misma agua ya con aguas diferentes, mientras el escenario se transforma, como lo hace el espectador y aún su forma de percibir el mundo interior y exterior.


¡Cuantos juegos y divertimentos se producen alrededor de lo que ya ha pasado! ¡Cuantas sensaciones nuevas produce el recuerdo a su vez, engañando con la imagen inamovible, pero fugaz!


Siempre me ha gustado el pasado y lo pasado, incluso las circunstancias duras o tristes por las que he vivido. No importa ahora cuales son las motivaciones y menos aún las interpretaciones. Una de mis favoritas -por decir una- es que el pasado tiene algo de seguro. Es algo que tiene mucho de cierto, aún cuando los recuerdos traicionen y -como dice el melancólico Manrique- "cualquier tiempo pasado fue mejor". No llego a tanto. Ni mejor ni peor. Lo que queda por vivir es una cosa y lo que ya es vivido es otra, con diferencias importantes. No pienso que haya que estar permanentemente en el ahora, ya que las facultades de mi mente me permiten trasladarme a lo pasado, a la relación inmediata del presente y a los augurios del futuro. En realidad todo consiste en estar en cada momento en lo adecuado. A ratos, me gusta ver el camino recorrido, reconocer los aciertos, los errores, las alegrías, los peligros y las certezas logradas.


Lo que me impresiona del recuerdo es la cantidad de emociones que lleva parejo. Creo que todas las que puedo sentir en el presente. Y también otras que probablemente no existieron el el entonces y que se añaden al recordar. Mi sensación es inagotable ante el recuerdo, los matices, los colores de la escena, son variables pues dependen también de como me sienta al volver la película para atrás. Y esto es la fascinación para mi.


En ocasiones me han dicho que soy "melancólico" tratando de catalogarme, de enchufarme en un criterio del cual deducir otras explicaciones de mi ser o incluirme en un grupo de personas a las que se les pueda "achacar" el don del recuerdo. Cada vez soy más insensible a las catalogaciones que pretenden llegar a un ser ideal, único y no catalogable, absolutamente espontáneo y diferente a los demás.


Me da igual. Soy como soy, parecido o diferente, similar, igual... Le tengo cariño a mi pasado, es una mochila de la que siempre aprendo, una maleta ligera que no me impide vivir nada del ahora, ni programar aventuras en el futuro.


Una vieja amiga mía dice que un hombre sin historia no es nada. Es una frase grande, demasiado grande para mi, pero dice algo de lo que pretendo. No quisiera olvidar mis recuerdos, ni por salud ni por enfermedad.
"Los años enseñan muchas cosas que los dias jamás llegan a conocer"
Emerson

lunes, 5 de abril de 2010

meditación para el amigo que partió




Sabes que no soy dado a vanas esperanzas ni tampoco a fútiles esoterismos que pretendan hacernos más fácil el recorrido final. En la historia de mi vida, compartida en estos años, he querido ir podando cualquier rama vana y desenraizando introyectos del más allá. Pretendo llevar mi vida lo más honradamente posible, sin llegar a hacer de ello una meta, sino un medio para que la vida que corre por mi fructifique lo que deba y me otorgue sus frutos, dulces o amargos.

Disculpa este preámbulo, imprescindible para decirte que he querido compartir con los más allegados tu partida, tu muerte. Y sabiendo que quedaste deudo de algunos textos de la época de Memo, el día que hicimos la meditación en tu honor fui, de manos vacías, a buscar un libro de Kopp que siempre te gustó. Siguiendo las indicaciones de mi impulso lo abrí por donde fuera y ocurrió uno de esos sincronismos que hacen para mi la vida picante. Este era el texto, aparecido cuando quise ponerme a hablar de ti:


El agua corre ininterrumpidamente y llega a su meta.

Un regreso callado. Buena fortuna



I ching



Mi querido...Tuve que reponerme de mi sorpresa ante nuestros convidados. No hacía mucho que me habías compartido que, "donde quiera que fueras, estarías con nosotros". Te embargaba esa fe caliente, esa sensación mágica que te guiaba siempre que te veía allá en la Sierra. No quise glosar el I Ching en ese momento, pues me parecía una vana pretensión. Hoy, en la libertad que me da escribir en este lugar, me dejo mayor posibilidad.

El agua: el viejo Thales aseguraba que era la "materia primigenia " del Universo. ¡Qué importa ahora si tenía más razón Demócrito, al que creo más que al aristocrático Platón. O si son las partículas elementales! Lo maravilloso es que el agua de la vida fluye sin detenerse y tu, mi amigo, eres agua, buen manantial que te dio a luz y buenos campos que fertilizaste. Donde quieras que esté tu agua, tus átomos, tu esencia, tu recuerdo... "fluye ininterrumpidamente".

Y llega a su meta... pues "nuestras vidas son los ríos que van a parar al mar, que es el morir". Así que has llegado a tu meta, al mar. Gota del océano, si lo prefieres en sánscrito, que te unes al Todo, abandonadas ya las metas terrestres, alcanzas el final. Y en brazos de tu amor de este mundo, tu esposa, con quien tanto recorrido y tan fructuoso has hecho y con el cariño de vuestra querida hija.

Meta, la muerte, aterradora cuando no aceptada; mas llena de fortuna cuando calladamente se da sin protestas, sin altivez, sin desánimo, sin rabia:con gratitud hacia la vida.

Y es ahí donde más te he admirado. En tu sencillez. En la aceptación de la miseria humana y del mundo, sin tratar de ser otra cosa que la que eras. Por eso pienso que llegabas a la meta final tal vez prematuramente para quienes te queremos y deseamos estar contigo, pero a la hora si dejamos de pensar que el mundo debiera ser otra cosa que lo que es.

Un regreso callado, sin desaires, sin peleas, a pesar de los pesares, a pesar de tu amor a la vida, a pesar de tu deseo de permanecer.

Dulce entrega trae buena fortuna. Esa es la tirada final del libro de los signos, en mi visión. ¿cual sea esa buena fortuna? La de morir plácidamente, la de entregarse sin sufrimiento aun cuando pueda haber dolor... La de irse como nos enseñaba el maestro Epicuro:igual que vinimos, inocentemente.
Cualquier otra buena fortuna que hayas podido experimentar en el proceso de tu partida no la podré conocer. Te la deseé en su momento y consciente que buenos deseos son eso...y nada más que eso que yo pueda saber.

Amigo querido:

Es verdad: estás con nosotros. Con los que te quisimos. Con los que te queremos. En esta vida y mientras dure tu recuerdo.

Finalmente, queria compartirte que tu querido Kopp, quien por cierto tuvo durisimas y bellísimas experiencias con su tumor cerebral sin dejarse achantar por la enfermedad, nos contó después que él y su familia iban cada año en peregrinación al mar. Esa peregrinación le llenaba de savia nueva y le cargaba los depósitos de vida. Sentí al leerlo ante nuestros amigos un estremecimiento. Real fue nuestro mar, allí donde nos encontrábamos los peregrinos. Ahora está plagado de falsos peregrinos, lo sé. Pero nunca hasta el pasado año nos estorbaron en nuestro encuentro, en el reencuentro con el mar.

Para ti y tu familia había algo de sagrado en el lugar, era la peregrinación ritual y la montaña se convertía en una figura viva y cargada de espiritualidad, de esencias primigenias ; tu renacías en tu figura ritual, asombrado del baile y del lenguaje de los cuervos en la cima, del silbido del viento, de la tierra que derrama sus esencias, del viejo cauce que verdea las secas lindes del desierto, del sol que nos requema y nos recuerda nuestra materia viva.

Tras el silencio meditativo, te dedicamos la proyección de unas fotos hermosas del lugar donde reposan ahora tus cenizas y una música que nos envió una bella peregrina, además un huapango y un son caliente, para que bailaras tu muerte, como buen brujo de Castaneda.








jueves, 11 de marzo de 2010

Genaro


Hay algo recio en mi amigo, desprovisto de seducciones. Su largo cabello blanco, a veces recogido en una coleta o suelto y abundante, muestran un semblante tostado por el sol del trópico. Los ojos pequeños y chispeantes van acompañados de una sonrisa frecuente.

El tiene el habla fácil, tan fácil que a veces llego a desconectar de su contenido para quedarme nada más con su gesto. Un gesto generoso y casi sìempre sencillo. Hay un ademán de maestro, que desarrolla de una manera muy especial en el desierto, unico lugar en que se han producido nuestros encuentros, desde el año 81 hasta el pasado, el último.

Le he visto con asombro pasar por sufrimientos físicos enormes, aguantando sus "piedras" sin rechistar, hasta que le tiraban al suelo sin hacerle perder el gusto de la vida. Ese mismo gusto con el que estoicamente o epicúreamente aguantó el último desguace al que se vio sometido, desde que en octubre pasado la dieran la terrible noticia de su próxima muerte, vítima de una enfermedad fatal, a la que dos de mis hermanos sucumbieron y que me hace estremecer solamente de recordarla.

Genaro no perdio el ánimo en ningun momento de los que habló conmigo. Como fue su vida fue su muerte y gozó de la presencia de una mujer excepcional que le acompañó en los pasados veinte años . Llegaron a hacer una pareja de una enorme cercania, gracias a la paciencia de ambos con las debilidades del otro.

Me emociona pensar en su discurso amoroso el año pasado, allá arriba en el monte sagrado, dedicado al afecto de su esposa, la que le ha cuidado con tanto cariño y en cuyos brazos dejó este mundo.

La vida de Genaro ha pasado por muchos avatares y lugares de residencia. Tenia una cultura muy vasta y se emocionaba con muchas músicas y lecturas. Conservó una gran fidelidad hacia el maestro de ambos, aunque supo encontrar su propio lugar en la vida.

Tal vez la cualidad que más respeté de él fue la sencillez, la inocencia con la que trataba a la Naturaleza, a los lugares de peregrinación, a su propia carencia.

En estos últimos cinco años Genaro ha sido una fuente para mi de aceptar las cosas simplemente y de no dejarse doblegar por la adversidad.

Desde que le re-cencontré hace cinco años tras más de quince de ausencia, todos sus excesos me precieron amables comparados con su capacidad para estar en el mundo.

Ahora, que ya no está con nosotros, le reconozco una vez más en su experiencia. La respuesta que los que le han conocido han tenido para echar la mano cuando lo necesitó por última vez da fe de la grandeza de Genaro y de la impronta que ha dejado entre quienes le vieron en México y en España.
Antes de morir Genaro me dijo que dondequiera que fuera tras su final nos acompañaría con su amor y su respeto.
En mi memoria estás querido amigo. Tus cenizas, allá en el Quemado cuando lleguen, atestiguarán también tu afecto hacia la madre tierra.

viernes, 12 de febrero de 2010

siete vidas



Desde arriba

Mi pecho se ha quedado pequeño para tan tremenda presión y parece explotar. La imagen de mi yo sumergido en la cavidad, en esa laguna obscura, caótica y turbulenta, tratando de encontrar una salida, encerrado en un callejón , desesperado. No. No es una pesadilla. Es real. Estoy al borde del precipicio y una fuerza me empuja.


Toda la máquina corporal se sacude en un trance tratando de auxiliar al que se ahoga, sin que nada, ninguna luz, aparezca. Solamente pensamientos de finitud, de término, que el prisionero no tolera y con los que se rebela.


El hombrecillo me contempla con angustia o con ojos de susto, busca ayudarme y los míos, inseguros, se van extraviando en busca de mejor apoyo hasta que colapso o así lo imagino.


Hoy me maravillo de la resistencia de esta máquina y de la fortaleza interior con la que está dotada. Mi cuerpo está empapado como si llegara de un mar frío y desolado. Finalmente, el consuelo llega bajo la forma de diminuta sustancia que abre un poco , desencaja, el pecho, lo hace un poco más espacioso a la compresión violenta. El calor de la voz amorosa que me retira la ropa empapada y la sustituye por la propia me devuelve al presente.


El prisionero se fuga del opresor y el sonido esperanzador de la sirena da opción al desesperado; una tenue luz unida a una fuerza enorme que quiere mantenerse aqui, en el pensamiento espacial de quien y de los que le aman y a quienes ama.


Al poco tiempo, la casi seguridad que de esta tenebrosa caverna esta vez voy a salir. Tras pasar por el sufrimiento necesario, regreso al mundo luminoso y al contacto de la vida.

Las grandes almas tienes voluntades. Las otras deseos.

Proverbio chino

domingo, 7 de febrero de 2010

Wu wei


Me gusta permitir a mi mente divagar, seguida de mi atención. Los pensamientos saltan como ovejas aparentemente a la deriva, seguidas por la mirada del buen pastor. En ocasiones, las dejo corretear sin rumbo y van y vienen , del pasado al futuro, con ratos ocasionales al presente.

Así, imágenes de mis pasados viajes, de personas ahora ausentes, de ratos de delicia y otros de pasíón, momentos de angustia y de optimismo. Corren como las nubes empujadas por el viento del tiempo y acompañadas por la mirada de mi atención, que intento desapasionada, desculpabilizadora, como una buena madre que permite a sus hijos jugar, correr y pelearse y también abrazarse sin imponer su criterio, pues se trata de un instante de juego.

Llamo a esto dejarse estar y suele aportarme, a veces, una sensación de vacío y también de notoria visión de fecundidad de mi vida, pletórica de experiencias de muy variado tipo.

El sol se hace sitio entre las nubes e ilumina la habitación, calentando suavemente mi rostro. La rana sonríe mientras adopta una casi burlesca postura de meditación. La lavadora canturrea la misma melodía una y otra vez. Mis dedos golpetean el teclado y los pensamientos adoptan la forma de negras letras, condensandose en la pantalla.

Hay una aire de primavera que hace aspavientos y pretende brotar prematuramente entre el invierno de este dia de febrero.

lunes, 18 de enero de 2010

reflexiones temporales


El tiempo.

El gran escultor, el que huye, el que devora a sus hijos, la segunda dimensión, sin la que nuestra existencia no es imaginable. El tiempo lineal, la "redondez" de los días (Giono)...

Su paso nos cautiva cuando nos detenemos, en un alto del camino de la vida, a contemplar el recorrido o nos percatamos del que queda para alcanzar la deseada meta.

Lo asociamos al reloj, al calendario cuyas páginas van cayendo, dias, semanas, meses, años y también siglos, milenios, eras.

Contemplado desde la vida de un humano el tiempo tiene una concordancia relativa a sí mismo. La historia, desde que es parte de la memoria, nos hace ver lo pasado con relatividad. Ha acaecido mucho o poco tiempo, depende de como lo esté viviendo, de la edad del que percibe y hasta de la naturaleza de su carácter, que algunos somos más y otros menos dados a su contemplación, a detener las horas con el recuerdo o la melancolía, o a acelerarlas con la ansiedad o la angustia.

A mi el tiempo me impresiona desde que era niño. Solía decir ya entonces una frase que ahora repito, común si se quiere, aunque tremendamente real. Le ponía un signo de admiración al verlo pasar, como si se tratara de un elemento ajeno a mi con naturaleza propia. Solamente más tarde me pude dar cuenta de que el tiempo no transcurría, sino que era yo el que lo hacía y mi circunstancia. Entré entonces en percatarme de que todo , absolutamente todo, era efímero, pasaba, se transformaba y nada quedaba igual.

Alrededor del tiempo baila la realidad, girando y evolucionando como un caleidoscopio enloquecido del que en ese instante soy el que mira a su través, mientras cambio danzando a mi vez, más o menos conscientemente.

Recientemente, estaba leyendo un libro de Michel Onfray, homenaje a la vida sin blindaje del condottiero de Verrochio, la famosa estatua en Venecia. El filósofo ve en su gallarda postura, en sus gestos y en la fiereza de la representación, el signo de que la vida es más feliz cuando vivida en la aceptación de la naturaleza verdadera, orgullosa , no falazmente revestida de falsas humildades impuestas - a su criterio- por el cristianismo.

En el hombre del Renacimiento, representado por el condottiero, reconoce el ideal clásico griego, que vive la vida en cada momento, aceptando el giro de peonza de la existencia impulsada por el tiempo y el espacio en que se mueve.

En la aceptación de la "efemeridad" del observador y de lo observado, la naturaleza del contacto se hace real y asume que nada permanece y que el tiempo no es sino un elemento esencial del hecho mismo de existir.
Y ahi queda en subjetiva reflexión qué hay de permanente en este Universo. Si lo que permanece es justamente el devenir o bien la esencia misma, ambas consecuencia de nuestro ser racional capaz de discernir la realidad separandola de lo observable.