lunes, 31 de diciembre de 2012

Invierno y fin de año

Termina el 2012. Es día de San Silvestre, dicen los cristianos. Así le pusieron al último dia del año. No es importante a qué santo vaya dedicado el dia de hoy y su noche.Pero lo de Silvestre me ha hecho siempre gracia.
Para mi lo relevante es lo que ya queda atrás, de forma simbólica, al pasar de un año a otro, en este calendario solar que nos rige, desde hace milenios.
Los dias se han empezado a hacer un poquito más largos en este hemisferio y en estas latitudes, coincidiendo con el solsticio. El inviernos es estación de reposo natural, aunque en este tipo de cultura pareciera que el reposo ya no existe, pues noches y días son tratados casi de la misma manera: con ocupaciones, preocupaciones, y casi el mismo nervio que si estuviéramos en otra cualquiera de las cuatro en que dividimos el año.
Sin embargo, hay algo que podemos encontrar, recuperando la contemplación de la Naturaleza. Como todo parece dormir, en el mundo vegetal al menos. El frío recoge, invita a la soledad, a la introspección, al recogimiento. Unos tomamos la invitación. Otros la desplazamos. Otros simplemente ni le prestamos atención.
Personalmente yo la suelo tomar, al menos en parte. Me gusta esa sensación de recogimiento en el frío. Ayer, en mi paseo diario, sentía el aire helado y húmedo en el rostro como una especie de caricia, bien diferente de la brisa del verano, pero igualmente hermosa y grata. Nadie en el parque. Solamente las plantas y yo, la tierra fria, el riachuelo lleno de hojas secas. Algunas descompuestas ya, dando alimento natural a la tierra y a sus seres vivos...
Momento de reflexión para mi sobre lo que ha sucedido en este año. Un ratito para dejar cosas atrás, o para darme cuenta, más bien, que ya quedaron atrás. Otro instante para poner delante las expectativas, porque sí, afortunadamente, todavía hay expectativas, posibles sorpresas. Unas deseables y deseadas. Otras, rechabables y rechazadas.
Pero da lo mismo. Unas y otras tienen posibilidades de suceder y de nada sirve hacerse ilusiones al respecto. Y una cosa es no hacérselas y otra bien diferente no tratar mediante la acción consciente de que sucedan.
Os comparto que me viene una sensación de dicha, en medio de tanto sufrimiento y dificultades. Este es casi el momento en que el año gira y lo despido con gratitud por todo lo que me ha permitido realizar, por poder dedicarme a lo que me gusta, porque dentro de todas las dificultades, estoy saludable, queriente y querible. Lejos de todas las fantasías omnipotentes, omnipresentes y omniscientes.
Algunos libritos me siguen haciendo excelente compañía. Algunas personas, entre las que estais, queridos letores de este blog, me acompañan. Sé que es una expresión un poco vanidosa, pero también quiero compartiros mi bienestar de este instante.
Al tiempo que os deseo que os vaya bien, que encontreis caminos de salida a los conflictos internos, que logreis vuestras metas en concordancia con las de los demás.
Que la virtud de la benevolencia se instale entre todos.
Este es mi deseo para el año que entra.

viernes, 28 de diciembre de 2012

frustración...



La vida nos puede colmar de alegrías y de frustraciones. Mucho depende de la suerte, bastante del destino, una parte de nuestra voluntad...
La frustración suele estar en medida proporcional a nuestra dificultad para adaptarnos a la realidad. Cuanto más distancia hay entre lo que es y lo que nos gustaría que fuera, mayor puede llegar a ser esa sensación frsutrante, mezcla de rabia, de tristeza y de impotencia.
La acción consciente, encaminada a aportar un acercamiento entre lo que nos gustaría y lo que es , suele ser antídoto de frustraciones...
Por lo demás, basta mirar en nuestro interior para atisbar las muchas causas históricas, presentes  y futuribles que nos llevan a ese estado...
En el intenso y continuo caleidoscopio de la realidad, nuestras acciones conscientes nos pueden aliviar de la frustración, pero ciertamente no por ello dejarán de existir realidades que no nos gustan...


domingo, 9 de diciembre de 2012

Petición

Hola a quienes leen este blog con alguna o con bastante asiduidad. 
Hoy os escribo para pediros una opinión. Recientemente cambié algo de la la imagen del blog. Así mismo compruebo que el número de lecturas aumenta.
Sin embargo, hay algo, que como el elefante de la foto, no logro alcanzar y es mantener un nivel de comentarios acerca de lo que escribo.
Por ejemplo, el último artículo, sobre el otoño, no ha recibido hasta ahora ninguno ¿Cual es vuestra opinión? ¿Podría ser que dejo poco espacio para opinar? ¿Puede ser la natural tendencia a leer y a guardarse la sensación de lo escrito? ¿Puede ser porque el asunto no es particularmente interesante?
Quiero deciros que vuestra lectura me importa y me anima. Y me anima todavía más que me compartais que pensais, sentis o experimentais acerca de lo que digo.
Un abrazo prenavideño.
MIGUEL